¡¿NOS PONEMOS A ELLO?!

Pues anda que vaya empiece... ni tiempo he tenido de ponerme a escribir. Médicos, hospitales, entrevistas de trabajo... venga ya si que sí me pongo en serio.

¿Hablamos de cuando es el mejor momento? ¿De si estamos preparados?
Pues el momento es algo relativo. Nosotros podemos decidir que ya y tardar unos meses o que sea llegar y besar el santo. Ante todo, nada de obsesionarse, pasará cuando tenga que pasar y listo.


En mi caso, decidimos que dejaría de tomar la píldora en mayo, ya que, según internet (ya hablaremos del "innombrable" en otro momento) la media en quedarse ronda los 5-6 meses, mes arriba, mes abajo...y con eso de llevar casi 10 años tomándola pues no sabíamos si se prolongaría algún mes más, pero como las estadísticas están para romperse (como las reglas) en julio... PASÓ.
La verdad que no fui una persona que se comiese mucho la cabeza. Nunca recurrí a un test de ovulación o a tomarme la temperatura basal. No nos volvíamos locos practicando como conejos, a todas horas, todos los días. No hubo (como en las películas) una llamada de locura en plan: "cari que estoy ovulando, corre, vente para casa". La verdad que nosotros siempre diremos que nos perdimos lo mejor de querer quedarse, que es el intentarlo hasta la saciedad.

Creo que no hay que tener una obsesión loca con querer quedarse, siempre y cuando los tiempos sean lógicos, es decir, si llevase intentándolo casi un año, yo misma me subiría por las paredes cual "Spiderman".
No sé si será cierto eso que dicen, que el pensar todo el día y querer que pase rápido, hace que tu cabeza le de vueltas y el estrés que te creas consigue que tarde más en ocurrir, pero con lo "prisas" que soy (como buena madrileña) de haber tardado algo mas de 4 meses, me hubiese vuelto loca. Porque así soy yo, ante todo, vueltas y vueltas...

En cuanto a pensar si estamos preparados... pues mirad, NO. Nunca se está preparado para la llegada de un bebé, y eso que jugamos con la ventaja de tener 9 meses para ello, pero todo lo que nos cuenten o leamos será solo la punta del iceberg, lo duro no nos lo enseñan, está escondido bajo la superficie, solo podremos hacernos una idea de lo que viene.
Esas noches en vela por culpa de los cólicos, los llantos a horas intempestivas vete tú a saber porqué (porque claro, ya has comprobado que no tiene el pañal mojado, que no tiene hambre...) todo eso que nos cuentan las vecinas, las madres, las compañeras de trabajo, las amigas... Y eso respecto al bebé, pero, ¿y nosotros? Pues si señoras y señores, nuestra vida cambia (y para bien, todo sea dicho) pero cambia. Nuestra rutina de quedadas con amigas o compis del trabajo, nuestras salidas nocturnas hasta altas horas o algo tan simple como una película en el sofá. Todo eso quedará relegado, al menos durante los primeros meses, a un segundo plano. Pero de eso ya lo iremos viendo o mejor dicho nuestro bebé nos lo hará ver, hasta entonces hay que disfrutar de esa bonita experiencia que es el embarazo.